25/12/2020
Renacer con el que nace – Mensaje de Navidad

Queridos ex-alumnos,

La Navidad es una alegría porque es el nacimiento de un niño, pero también el nacimiento de la esperanza. Esta celebración navideña a finales del año 2020 adquiere una resonancia especial porque el año que está llegando a su fin ha sido uno de los que todos nosotros, hermanos y hermanas humanos, recordaremos por el resto de nuestras vidas.

Para muchos de nosotros, este año habrá sido sinónimo de las más diversas dificultades , económicas, sociales y políticas, paralizando sectores enteros de la economía, con su desfile de quiebras, desempleo y endeudamiento. Estas perturbaciones de todo tipo han ido acompañadas de tragedias humanas, con algunos de nuestros seres queridos arrastrados por la enfermedad, con personas aisladas por medidas sanitarias, con individuos e incluso sociedades enteras desafiados en su capacidad de resistencia. Hemos visto a gobiernos obligados a reaccionar en emergencias, a menudo en total improvisación, a veces después de largos períodos de negación.

Como tal, el año 2020 seguirá siendo el annus horribilis por excelencia.

Sin embargo, veo este año, que está llegando a su fin, como uno en el que se han abierto nuevos campos de lo posible, en el que el mundo se ha digitalizado, abriendo el camino a otras formas de relacionarse con los demás, haciendo — por esta razón, pero también por una solidaridad cada vez más activa — más presente el sentimiento de pertenencia a una comunidad global. Muchas áreas de la actividad humana han tenido que reinventarse, incluyendo la de la educación, que nos es muy querida ya que es la que nos ha convertido en antiguos alumnos de los colegios jesuitas. Las funciones esenciales de nuestras sociedades como el trabajo, el transporte, el comercio o la cultura están siendo cuestionadas y obligadas a ser creativas y un día en su historia podrán hablar de un antes y un después de 2020.

Como tal, el año 2020 seguirá siendo el annus mirabilis por excelencia.

El espectáculo de la guardería es siempre tan fascinante y sorprendente, mostrando la inocencia de un niño cuyo nacimiento es siempre un milagro. La del Niño Jesús es conmovedora, porque reúne en la misma admiración a pobres y ricos, gente de aquí y de otros lugares, como los pastores y los Reyes Magos simbolizan tan bien. Anuncia la llegada de un nuevo mundo.

Si estamos hechos a imagen y semejanza del Padre y su Hijo, cuyo nacimiento celebramos, entonces quizás en esta fiesta de Navidad tan especial estamos hablando de nuestro propio nacimiento, un nuevo nacimiento, un renacimiento… ?

Guiados por la estrella que brilla en el firmamento de nuestra conciencia, podemos hacer del 2021 el año de un nuevo nacimiento para cada uno de nosotros, el año de un renacimiento para nuestra sacudida humanidad. Lo deseo para vosotros y a vuestros seres queridos, para todos los ex-alumnos jesuitas y para todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!

Alain Deneef
Presidente
Unión Mundial de Antiguos Alumnos de los Jesuitas