23/12/2017
Mensaje de Navidad y Año Nuevo

Querida ex alumna, querido ex alumno,

A la víspera de la fiesta del nacimiento del Redentor, pensé en el carácter universal de su mensaje de paz, dirigido a todos los hombres de buena voluntad.

Este mensaje hace que todos los hombres sean una gran comunidad fraterna, aunque la división está desgraciadamente bien arraigada entre nosotros.

En este gran cuerpo, hay este pequeño cuerpo de exalumnos jesuitas en todo el mundo, quizás 10 millones de ex alumnos y ex alumnas. Pero este grupo nos es de gran importancia porque somos parte de él y porque tenemos la debilidad de creer y posiblemente el orgullo de pensar que puede, si quiere, marcar la diferencia en asuntos mundiales.

La formación recibida en las escuelas jesuitas, de manos de los padres o de laicos que trabajan con ellos o quizás en su lugar, es un bien preciado que no todos han recibido. Hacer que estos talentos recibidos sean fructíferos es como un deber para nosotros, que consideramos como un cuerpo modestamente apostólico.

Nuestras iniciativas individuales para y con nuestros hermanos, en nuestras familias, en nuestros círculos de amigos, nuestras empresas, nuestras asociaciones, nuestras instituciones educativas o nuestras agrupaciones políticas son bienvenidas y son conocidas y reconocidas por quien le corresponde por  derecho.

Pero en el complejo mundo que es el nuestro, la acción, incluso decidida y brillante, de un individuo rara vez es suficiente para que las cosas sucedan. Hacer que las cosas se muevan se ha convertido en una obligación imperiosa. Esto supone federar y llevar a cabo nuestros proyectos en red.

De una manera que no es fortuita, la 36ª Congregación General de la Compañía de Jesús, reunida en Roma en octubre de 2016, destacó el trabajo en red como una de sus consignas, junto con el de discernimiento, al cual le sigue, y con la colaboración, de la cual es una de las formas.

La paz de la Navidad puede ayudarnos en este discernimiento y las determinaciones del Año Nuevo pueden alentarnos a colaborar.

Qué 2018 sea un año donde se tejan los lazos fortalecidos de una malla más densa entre antiguos alumnos y con los otros para el advenimiento de un mundo un poco más justo y un poco más a la imagen radiante del Niño Salvador.

¡Feliz Navidad y feliz año nuevo 2018 para ti y para los ex alumnos y todos aquellos con quienes hacemos y podemos hacer la red!

Alain Deneef
World Union of Jesuit Alumni
Presidente

 

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