Feliz Navidad y un feliz 2019 a los antiguos alumnos de los jesuitas!

Querida ex-Alumna, querido ex-Alumno,

 

La Navidad es para nosotros los cristianos la venida a la tierra del Hijo de Dios, pero en nuestra imaginación, es también la venida al mundo de un niño pequeño con toda la inocencia que le es inherente.

 

Para nosotros, los seres humanos, un niño es la promesa de un ser adulto que aún no ha sido corrompido por la sociedad o la vida. ¿Dónde más podemos buscar nuestra incomprensión ante la muerte de un niño? Ante semejante espectáculo, resuena en nosotros un sentimiento de injusticia.

 

Sin embargo, la infancia está amenazada en muchos lugares de este mundo y en muchas circunstancias que no comprendemos, porque vivimos lejos de estos lugares y porque estas circunstancias se nos escapan.

 

Hay niños soldados que cambian sus juguetes por armas y otros que son reclutados por fanáticos de otra época.

 

Hay niños y niñas explotados en trabajos agotadores y peligrosos y quienes buscan en los vertederos para sobrevivir.

 

Hay niños, las primeras víctimas del hambre, y los que mueren en el camino del éxodo.

 

Más cerca de casa, hay niños que son abusados o maltratados por sus padres o educadores y aquellos cuya privación les impide cumplir la promesa de su nacimiento.

 

Y están los ‘niños reyes’ a los que los padres que renuncian sugieren que todo es debido y los niños abandonados por padres ausentes.

 

Que la Navidad nos lleve a reflexionar sobre estas situaciones. No pensar en ello por un momento, con sinceridad y compasión ciertamente, pero sin que haya un mañana en nuestros pensamientos. Más bien, preguntándonos sobre los fundamentos de estas situaciones, las causas profundas de esta privación o abandono, y preguntándonos qué podemos hacer nosotros, antiguos alumnos de la Compañía de Jesús -con muchos otros y a menudo menos que otros- para hacer frente al mal que priva a los niños de su infancia y mata sus esperanzas.

 

La imagen de un niño frágil en la guardería de Belén nos invita a tomar conciencia de ello. Espero que nos acompañe a partir de ahora y durante todo el 2019, año que les deseo lleno de alegría y de vida.

 

Alain Deneef
Presidente
Unión Mundial de Antiguos Alumnos de los Jesuitas

 

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