Cartografía de la provincia de Francia de la Compañía de Jesús y sus Asociaciones de Antiguos Alumnos
La provincia de Francia
1. Ayer:
Podría decirse que la Compañía de Jesús nació en Francia, al menos su germen, cuando “los primeros seis compañeros” liderados por San Ignacio, todos ellos alumnos de la Universidad de París por aquel entonces, se trasladaron, el 15 de agosto de 1534 del Quartier Latin en el que estudiaban, a la colina de Montmartre1; allí, en una capilla dedicada al primer obispo de París, San Dionisio2, se reunieron e hicieron los votos formales del trabajo de toda su vida, durante una misa celebrada por Pierre Favre, el único de ellos que era sacerdote.
2. Hoy:
Han pasado 478 años desde entonces, y tras algunas trabas políticas en el siglo XVIII3 y comienzos del siglo XX4, la Compañía de Jesús sigue viva. De nuevo en Francia, al amparo de la “Unión Sagrada” de la Primera Guerra Mundial, 650 jesuitas volvieron del exilio. Muchos de ellos se alistaron en el ejército y 163 perdieron la vida. La provincia de Francia fue reconocida legalmente en 2001 a través de un decreto oficial: en estos momentos, incluye al “hexágono francés”, Grecia, el Norte de África, Mauricio y Reunión. Está asociada con otras provincias de Europa Occidental como el norte y el sur de Bélgica, Gran Bretaña, los Países Bajos, Irlanda y Malta, además del Canadá francófono y anglófono y Oriente Medio. Forma parte también de la Conferencia de Provinciales Europeos5. Este “espacio apostólico” es, en muchos aspectos, europeo, “porque, como afirmó un antiguo Provincial, pensar y actuar como europeos apostólicos no es una elección que se derive más o menos de opciones o creencias: es una necesidad si queremos responder, como jesuitas europeos, a los problemas a los que se enfrenta una Europa frágil e incierta, presente en el mundo y en la Iglesia, confrontada a unas expectativas y esperanzas a la medida de su historia”. Los jesuitas de la provincia de Francia6 trabajan en unos apostolados cada vez más diversificados.
En primer lugar, el apostolado educativo: 15 escuelas (Amiens, Avignon, Burdeos, Le Mans, Lyon, Marsella, París, Reims, Saint-Chamond, Saint-Etienne, Toulouse y ersalles) cuyos líderes están unidos, desde 2008, en una asociación nacional, la Asociación Ignacio de LoyolaEducación. El director, que depende de un equipo nacional jesuita, es en la actualidad un seglar a tiempo completo nombrado por el Provincial. La formación en la pedagogía ignaciana (para el personal de esas instituciones), a su vez, corre por cuenta de una organización especializada, el Centro Ignaciano de Estudios Educativos. Los jesuitas también están presentes en la educación superior: además del instituto St. Genevieve (Versalles), trabajan en 3 centros franceses (Lille, Nantes y Toulouse), en el Institut Catholique des Arts et Métiers (ICAM) para ingenieros y, próximamente, tras su desarrollo internacional en África, la India y Polonia, un cuarto centro abrirá sus puertas en la zona de París (Paris-Sénart). Los jesuitas están presentes además en la School of Engineering Purpan (Toulouse) para ejecutivos y directores. Por último, colaboran como capellanes en distintos institutos (Ecole Centrale, Ecole Polytechnique, HEC, ESSEC, Institut d’Etudes Politiques…). Se creó un centro de apoyo para los alumnos de la Universidad de París 8, el CISED, que representa a 27 000 alumnos, de los cuales, un 27 % son extranjeros y un 50 % franceses de origen extranjero.
La Provincia también organizó otra red, la Red de Formación Loyola, que consolida cuatro centros de formación profesional, tres escuelas, redes de asociaciones de apoyo a la educación de los jóvenes desfavorecidos, asociaciones de educación juvenil y asociaciones que ayudan a los padres y jóvenes. Están además presentes en distintos movimientos apostólicos de jóvenes, el Movimiento Juvenil Eucarístico o la Red Juvenil Ignaciana que, entre otras, participan en celebraciones litúrgicas los domingos dirigidas, principalmente, a los jóvenes, “la misa lleva su tiempo”. Los jesuitas trabajan también en centros para complementar la formación humana y espiritual de los alumnos de medicina y/o farmacia en el Centro Laennec de París, la Casa de los Estudiantes Católicos de Lyon o el Centro Médico-Cultural Augustin Fabre de Marsella. Por último, la Provincia desarrolla un servicio de voluntarios, la Internacional de Jóvenes Voluntarios, que acoge a estudiantes y jóvenes profesionales extranjeros durante períodos de 4 meses a 2 años, bajo los auspicios de la Delegación Católica para la Cooperación: su misión consiste en servir a los pobres de África, Latinoamérica, Asia y Oriente Medio, durante la cual pueden recibir orientación espiritual a cargo de los jesuitas… La Provincia está bastante satisfecha con su apostolado educativo concentrado en los jóvenes, gracias al cual se ha ganado fama de “experta” en educación espiritual y humana… La Provincia desea ahora asumir esta misión y compartirla con asociados laicos (incluidos los antiguos alumnos) y otras congregaciones, masculinas o femeninas.
Este ministerio no es el único en absorber los recursos de la Provincia de Francia que no se renuevan con suficiente rapidez, como ocurre en otros países, debido a la elevada demanda de servicios educativos que la Iglesia de Francia y de otros países plantea a la Compañía.
Numerosos jesuitas están también implicados en el apostolado intelectual. El diálogo con la sociedad (Fe y Razón) se produce en un contexto de desarrollos tecnológicos, globalización, Internet y aplicaciones web. Este apostolado cubre distintos campos, incluyendo la cultura, filosofía, sociedad y, por supuesto, la teología. Se implementa a través de revistas y publicaciones como Etudes (cultura), Christus (espiritualidad ignaciana), Croire aujourd’hui (para el público en general), publicadas las tres en asociación con el grupo Bayard Presse.
Tras las decisiones de las últimas Congregaciones Generales, el apostolado social ha desarrollado también el CERAS (Centro para la Investigación y la Acción Social, en Saint Denis) y su publicación, Project Magazine. Una iniciativa reciente del Servicio Jesuita para los Refugiados de Francia, se denomina Welcome. Pretende encontrar familias o comunidades que acojan a los refugiados, aportando presencia eclesial y asistencia mutua. Esto es cada día más necesario ya que cada vez son más personas de un número creciente de países que solicitan asilo o protección o simplemente buscan un trabajo en los países desarrollados de Europa y la paz en África. El CERAP de Abidján (Centro para la Investigación y la Acción para la Paz) añadió a sus dos departamentos ya existentes (un centro de documentación y un servicio de bienestar social en zonas urbanas) dos nuevos departamentos: Cerap Publishing, que publica mensualmente Débats-Courrier d’Afrique de l’Ouest, y el Instituto para la Dignidad y los Derechos Humanos, institución de educación superior reconocida que ha formado también a alumnos de posgrado atendiendo las “necesidades de educación e investigación y manteniendo al mismo tiempo unos sólidos valores ignacianos”.
El apostolado espiritual es también una de las grandes prioridades de los jesuitas en Francia: entre 500 y 600 personas, hombres y mujeres, laicos y religiosos, están comprometidas con los jesuitas en 14 centros espirituales.
El Apostolado de la Oración es una misión confiada a la Compañía de Jesús por el Papa. Está reconocido por la Iglesia desde 1849 y en la actualidad opera en 71 países, apoyando a la denominada “nueva evangelización”. Incluye los servicios a las parroquias (como sacerdotes), la presencia jesuita en entornos populares (donde participan en la vida de las comunidades locales) o con los presos. Especial mención merecen movimientos espirituales como la Comunidad de Vida Cristiana (CLC) o el Movimiento de Líderes y Gestores Cristianos (MCC).
Esta lista de “misiones” no es completa, ni mucho menos. También existen entre los jesuitas de la Provincia personalidades y talentos individuales que destacan como artistas, poetas, científicos, investigadores, juristas, escritores, especialistas en liturgia o incluso marineros.
La lista sigue creciendo con los años en lugares en los que se precisa y desea la presencia de los jesuitas. La última Congregación General confirmó la orientación hacia esas nuevas “fronteras”, incluido el diálogo interreligioso, la presencia entre los jóvenes y las personas vulnerables afectadas por la pobreza, la falta de apoyo paterno o con problemas de integración.
El diálogo resulta en ocasiones difícil en la nueva sociedad global conformada por imágenes transmitidas en tiempo real y por una comunicación libre e instantánea a través de Internet y sus distintas aplicaciones. La Provincia se ha adaptado rápidamente a esas herramientas nuevas y en continuo desarrollo, tan esenciales en nuestros días: tiene su propio sitio web (www.jesuites.com), una página en Facebook, una cuenta en tweeter, el sitio “Nuestra Señora de la Web”, el primer centro espiritual francés en Internet, así como aplicaciones para los nuevos teléfonos que “se parecen cada vez más a un ordenador”. Se trata de un “mundo totalmente nuevo que emerge y se desarrolla ante nuestros ojos, aunque nadie puede predecir si se trata de un desarrollo sostenible”.
Los antiguos alumnos
Los antiguos alumnos cuentan con sus propias estructuras asociativas: a escala local, las escuelas jesuitas disponen de sus asociaciones de antiguos alumnos7, a las que hay que añadir las asociaciones de antiguos alumnos que ya no gestiona la Provincia o que se cerraron8 y los institutos de educación secundaria9. Todas ellas forman parte de una federación nacional, la Federación Francesa de Antiguos Alumnos y Amigos de las Escuelas de la Compañía de Jesús que, desde su creación, ha sido un miembro activo de la Confederación Europea y la Unión Mundial de Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús. También integra a la Asociación de Antiguos Alumnos de Nuestra Señora de Jamhour (Beirut, en el Líbano) que viven en Francia y Europa. Además, es miembro de la Confederación Francesa de Antiguos Alumnos y Amigos de Educación Católica. La Federación Francesa está tratando en la actualidad de conectarlas a todas ellas y a sus miembros, empleando para ello el medio de comunicación de nuestros días, Internet, para mantener los vínculos de amistad, comunicar sus actividades o las de las distintas asociaciones miembro y compartir ideas y prácticas óptimas en torno a la gobernanza corporativa, compartir planes, preocupaciones comunes, recursos, colaborar en iniciativas, suministrar información sobre el Congreso Europeo y a escala mundial (incluido el Congreso).
Al mismo tiempo, contribuye a atender varios de los ministerios anteriormente citados de la Provincia de Francia y, por supuesto, el del apostolado educativo de la Provincia, participando para ello en la implementación del proyecto educativo ignaciano, actualizado en 2010 en la Asociación Ignacio de Loyola Educación. El Presidente de la Federación es miembro de la Asociación de Juristas y ha sido invitado explícitamente por la Provincia de Francia a formar parte de la “familia ignaciana” que está creándose paulatinamente en Francia y en la Iglesia. Las reuniones nacionales celebradas en Lourdes, en particular, han contribuido a aumentar su visibilidad en los últimos años.
Comparten la misma misión y colaboran con los citados ministerios, en su diversidad y a su manera “para mayor gloria de Dios” (AMDG).