Navidad – Nacer a nuestra fragilidad

Queridas ex-alumnas, Queridos ex-alumnos,

2021 será recordado como el año de nuestras fragilidades. No, la pandemia no fue derrotada este año. Sí, el cambio climático ha seguido haciendo mella en los cuatro rincones del planeta.

Siempre hemos sido frágiles, pero sin admitirlo siempre ante nosotros mismos. El niño de la cuna también era frágil, había nacido en condiciones precarias de unos padres prácticamente huidos.

Sin embargo, personas tan diferentes como los pastores y los magos descubrieron esta fragilidad, incluso cuando una estrella brillante les hizo pensar que un ser más allá de la imaginación les estaba esperando. En cambio, descubrieron a un niño en un pesebre. Y era esta fragilidad la que adoraban, los pastores con su simple sentido común y los magos con toda su sabiduría.

Seguir una estrella sin saber a dónde nos llevará es una forma de confianza en el futuro y en la vida, una especie de oblación a lo que está por venir. En un mundo en el que tendemos a querer controlarlo todo y en el que lo que no se puede controlar, sobre todo por su complejidad, da miedo, ¿no nos dicta el sentido común, el de los pastores, y la sabiduría, la de los reyes magos, que aceptemos depositar nuestra confianza en las cosas que suceden como las corrientes de agua, en otros que, de todos modos, saben poco más que nosotros, y en el Creador, que es el único que tiene las claves del misterio que nos rodea?

Siempre seremos frágiles, pero ciertamente podemos reconocer que nuestra fragilidad es la posibilidad de una vida fuerte, y que la ausencia de certeza no nos impide alegrarnos, como la alegría que sentimos al ver al Niño que acaba de nacer.

¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!

Alain Deneef
Presidente
Unión Mundial de Antiguos Alumnos de los Jesuitas

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